Desde el primer día que conté que me iba a Orlando, muchos me dijeron: «boludo, vas a conocer Diagon Alley. Dicen que es espectacular».
No entendía de que me hablaban. «Un coso en diagonal», pensaba. Investigando un poco, descubrí que era algo de Harry Potter.
Nunca leí un libro del mago anteojudo, tampoco vi ninguna película. Me declaro ignorante en este tópico.
Viajamos cuatro personas: una era fanática del cuatro ojos (?). Llegamos a Universal Studios, caminamos hasta la parte de Harry Coso y la piba, emocionada. Una sonrisa digna de la mejor publicidad de Colgate.
Lo primero que vimos, en dicho lugar, era un bondi de tres pisos. Para mí no era mas que eso. Había una centena de personas sacando fotos.
Luego pasamos al famoso Diagon Alley. Confieso que el lugar es espectacular. Supongo que será igual que en las películas, las cuales al día de hoy no vi.
Entramos a una tienda de varitas. En la misma había bocha de gente a los gritos. En la siguiente foto mi reacción al ver una. Costaban una fortuna… Un palito.
Después fuimos a un banco, con un dragón que tiraba fuego en el techo. Ahí estaba un juego, se llama «escape from the gringos» o algo así.
Para mi desilusión, no era un juego de mejicanos esquivando a la ley en la frontera (?). Era «Escape from the Gringotts», los cuales son unos duendes o unos deformes, andá a saber.
El juego, hay que decirlo, está buenísimo. Es una montaña rusa en 4D. Lo último en tecnología de este tipo.
Continuamos la recorrida viendo un tren, al cual no podía subir porque no tenía tickets park to park. El tren te lleva de Universal Studios a Islands of Adventures.
Por todos lados ofrecían una birra de manteca (!). Era más fea que tragarse el vómito. Lleno de gente probando ese insulto a la cerveza, obvio.
Otra cosa que me llamó poderosamente la atención: estaba repleto de pibes, y otros no tanto, con las varitas recitando hechizos por todos lados. Todos con batas, o guardapolvo, bajo un sol que calcinaba. Hacían levitar plumas, o que una fuente escupa agua.
Antes que se me enojen, yo estaba como ellos cuando fui al juego de Star Wars en Disney’s Hollywood Studios.
Mi recomendación es que si van, no hagan como yo. Lean los libros si no lo hicieron, o vean las películas. No sean otro ignorante en Diagon Alley.