El itinerario marcaba un viaje de Shanghai a Beijing y teníamos dos opciones: en tren o en avión. La duración del viaje en tren y el avión, entre el tiempo que lleva y la distancia, era casi la misma, ya que existe un tren bala que une ambas ciudades. Pero nos inclinamos por utilizar un tren nocturno de Shanghai a Beijing.
El domingo a la noche teníamos que salir de la estación de tren de Shanghai a la terminal de tren de Beijing, llegamos una hora antes, realizamos el control de documentos e ingresamos a la terminal. Nuestro tren partía del andén 5, el cual ya estaba lleno de gente. Fuimos a comprar algo de comida a un mini mercado (Family Market) para tener provisiones durante el viaje. Nos iba a llevar 11.55 horas todo el recorrido y habíamos sacado 3 camas en un compartimento privado.
Teníamos la duda si íbamos a estar solos o seríamos acompañados por algún integrante más en la cabina ya que era de 4 camas. A la hora del embarque nos dirigimos a la puerta 5 e ingresamos. Coche 2, camas 26,27,29. La cama 28 era de Wang que ya estaba sentado en una de nuestras camas(una de abajo, ya que eran marineras). Por suerte hablaba un poco de ingles y no tenía comida con olor fuerte. Nos armamos la cama, comimos algo y nos acostamos a pasar la noche.
Hay distintas categorías de asiento:
- El asiento común
- El compartimento de 4 camas (Soft Sleeper)
- El de 2 camas premium (Soft Sleeper deluxe)
- El de 6 camas abierto en este tren no había (Hard Sleeper)
La cama estaba bien, un poco dura, pero era una en la que se podía dormir. Fueron 6 horas de corrido, 2 horas despierto y 1 hora y media más durmiendo para despertarme 30 minutos antes de llegar a la terminal de Beijing.
Lo bueno de este viaje es que pudimos aprovechar el día en cada ciudad, optimizando el traslado y la noche de hotel en un mismo servicio. Así que estuvimos toda la tarde en Shanghai, viajamos de noche y a la mañana amanecimos el Beijing, listos para recorrer la ciudad.
Los baños estaban limpios y tenían dos tipos de opciones, la letrina y el inodoro. En el vagón número 7, de los 16 que componían el tren, estaba el comedor donde vendían algunos refrigerios y alimentos del tipo snacks. En temporada alta se venden tickets para que la gente viaje en los pasillos de la clase económica, pero no tuve la suerte de ver como era.
Las cabinas deluxe son dos camas iguales a las soft sleeper, pero del lado opuesto tienen un placard y un sillón. Todos los compartimentos tienen pava eléctrica, luz de lectura y un televisor que lee 4 canales de DVD (no tuvo programación en todo el viaje) en cada cama.
En el vagón 7 de 16 se encontraba el tren comedor, y las mesas estaban ocupadas por chinos que se tiraban a dormir ahí. Había para elegir algunos snacks y bebidas, pero nada de comida elaborada. Aunque sí estaba preparada la cocina.
Finalmente cuando empezaba a amanecer nos despertamos. Faltaba para llegar aún y por la ventana se podía ver toda una zona rural con muchas banderas chinas. Ya cuando estábamos entrando a la estación la gente comenzaba a salir por los pasillos, todos ordenados, sin apurarse. Una vez en el andén tuvimos que caminar toda la extensión del tren para lograr salir a la estación y así poder comenzar a disfrutar nuestro viaje por Beijing.
Para sacar tickets existe una web que está solamente en chino y en caso de viajar en grupo no podrán solicitar compartimento conjunto, asigna los asientos al azar. Una cagada. Existen dos opciones, la primera es acercarse a alguna estación de tren y sacar los tickets en persona. La segunda es utilizar algún sitio que hace el trámite por uno cobrando un costo extra de servicio y uno lo puede retirar en la estación o pedir que se lo envíen al hotel. Por último recuerden que los tickets de tren son personales y llevan su nombre y número de pasaporte.